El señuelo del crecimiento para disimular una deuda insostenible
…cada vez me parece más extraño que la deuda pública se mida en términos de PIB y no en términos de ingresos. Parece lógico que yo, como persona física, mida mis deudas en porcentaje de mis ingresos, pero no en términos de lo que producen mis vecinos del barrio. No se puede entender esa lógica, si ésta no viene obligada por el hecho de que el PIB puede modificarse al alza y parecer que los gastos de las administraciones públicas son “asumibles”. Nada que ver con la realidad.
Cuanta más liquidez, más se agrava el agujero de la deuda
El BCE ha llevado a cabo una expansión monetaria más allá que la Reserva Federal de los EE.UU., sólo que en completo silencio. Es falso que no haya liquidez, el BCE ha inundado nuestra economía de euros recién impresos, sólo que éstos no van a la economía real que fomentaría el crecimiento económico y la reducción del desempleo, sino que han ido mayoritariamente a la banca que compra deuda de los Estados hipertrofiados y sobre-endeudados.
Y los Estados siguen endeudándose sin parar por la incapacidad de sus gobiernos de reducir los gastos, incrementando la presión fiscal y asfixiando aún más a la economía real. Miles de empresas han cerrado desde el comienzo de la crisis sólo en España; una presión fiscal inasumible por miles de PYMES y autónomos que no les queda otra que recurrir a la economía sumergida o cerrar definitivamente. Muchos ya intentan suerte en otros países.
La solución no es salir del euro
La salida de España de la Eurozona produciría dos hechos relevantes de forma inmediata:
1. El tipo de cambio resultante en estos momentos si España abandona el euro sería, según algunos expertos del entorno de 250 pesetas por euro. Eso supondría un empobrecimiento importante y repentino de nuestro tejido productivo y las familias. Una situación no asumible por la mayoría de ellas en este entorno de economía depresiva con una tasa de desempleo del 25% con perspectivas negativas.
2. El descalabro que se produciría en las cuentas de las principales economías europeas dentro de la Eurozona, derivado de un enorme perjuicio para su sistema financiero si España sale del euro, sería de tal magnitud que pondríamos punto y final al proyecto de la moneda única, y no sé si también de la propia Unión Europea.
La solución no es más endeudamiento
Y sin embargo, la solución que han planteado algunos gobiernos a la crisis actual, más endeudamiento, no parece que haya conseguido los resultados que se buscaban. Hablo más concretamente del gobierno de EE.UU. siguiendo una política keynesiana que ayudó sin duda a salir de la Gran Depresión y a la recuperación después de la II … Seguir leyendo
Gobiernos sin ideas para salir del atolladero
Los niveles inimaginables de endeudamiento de los gobiernos en términos de PIB, sólo habían sido vistos en épocas de conflictos bélicos, que normalmente se solucionaban a base de defaults, inflaciones altas o condonaciones de deudas, o una mezcla de todas ellas, junto a altas tasas de crecimiento económico derivados de inversiones que suplían las dañadas infraestructuras. Pero esos niveles de endeudamiento en países desarrollados en tiempos de paz es un fenómeno no visto hasta ahora y al que los economistas no somos capaces de dar una solución sin dañar la estructura económica y el empleo.
Banco Malo y Rescate: las caras de una misma moneda
Lo del temor de nuestro gobierno a la “sistematicidad” de nuestros bancos (o ex-cajas), me inclino a pensar que tal problema no existe –si exceptuamos al Santander, BBVA y tal vez a CaixaBank–, y que realmente lo que se está haciendo es defendiendo los intereses muy concretos de una parte de nuestra casta financiera, además de intentar tapar la penosa gestión de entidades dirigidas por políticos y sindicalistas. Y nada más que eso.
¿Rescate inminente?
En mi opinión, ninguna crisis económica mundial ha sido resuelta con el incremento de la presión fiscal, sino todo lo contrario. Era justo lo que declaraba Mariano Rajoy antes de las elecciones. Sin embargo, por motivos de sobra conocidos, se ha preferido esta vía para salvar las cuentas públicas, antes que acometer la verdadera reforma que necesita nuestra economía: reestructurar el modelo administrativo del Estado.
Crear empleo con estancamiento económico
Sanear el sistema financiero, desapalancar el sector privado, equilibrar las finanzas públicas, incrementar las inversiones en sectores estratégicos como el sector primario especializado y la generación de energías alternativas, recuperar la imprescindible unidad de mercado, reestructurar las múltiples y agigantadas administraciones públicas,… son medidas indispensables que ayudan a conseguir ese objetivo, aunque no sean las medidas que lo van a provocar finalmente.
Esas medidas ayudarán a recuperar la CREDIBILIDAD perdida por España, y esa credibilidad será la que finalmente atraiga inversiones creadoras de puestos de trabajo.
Condiciones extraordinariamente desfavorables
En estos momentos, la deuda pública española ronda el 80% del PIB, las familias el 180% y las empresas el 120%, y entre todas debemos devolver hasta finales de 2013 casi un billón de euros, es decir, prácticamente el 100% de nuestro PIB. En un entorno de crecimiento cero o negativo, nadie podrá creer que cumpliremos con nuestros compromisos de devoluciones. En su lugar, nos espera una avalancha de refinanciaciones y muchos incumplimientos de pago.