Lo que siempre he sabido de los autónomos

Posted by Manuel Caraballo Callero on 3 abril, 2014 · 2 comentarios 

Empiezo este post “parafraseando” con sarcasmo, aunque siempre con respeto, a nuestro colega José Cabanach en su ilustrativo artículo sobre lo que debe ingresar un trabajador autónomo para poderse mantener dignamente. Utilizo la palabra sarcasmo para incorporar información que deja su artículo a un nivel muy optimista. Y si no, vean otras cuentas.

Pone un ejemplo de un periodista freelance que factura a los medios para los que trabaja una media mensual de 2.000 euros y considera para llegar a las conclusiones, lo siguiente:

• Que el IVA y las retenciones se compensan. Desde el punto de vista del trabajador, vale. Pero desde el punto de vista de los medios, ya se incrementa el coste, aunque luego pueda compensar con el IVA repercutido.
• Seguridad social paga el mínimo de unos 261 euros mensuales.
• La gestoría es de un amigo y sólo le cobra 60 euros.
• No paga alquiler de oficina porque usa su propia casa.
• Su ordenador se lo han regalado.
• Coge un mes de vacaciones, por tanto, ese mes no cobra.

Al final, se quedaría, facturando esa cantidad media mensual en unos exiguos 930 euros, con los que tendrá que pagar otras cosas, que Cabanach se ha dejado:

• Desplazamientos, sean en medios privados o públicos. Si usa coche particular, debe añadir los costes que le suponen la amortización del vehículo, seguro, impuestos municipales, revisiones periódicas, una posible avería, alguna probable multa si está todo el día en la calle, etc.
• Teléfono fijo y móvil.
• Electricidad del ordenador que le han regalado y del espacio que ocupa de oficina en su casa.
• Conexión a internet.
• Si no tiene posibilidad de usar su casa, habría que sumar el alquiler de una oficina por pequeña y barata que sea.
• Lo del mes de vacaciones vale, pero si se pone enfermo, suma.

Éstas últimas cantidades son difíciles de cuantificar porque depende de muchos factores, aunque podríamos estimar entre unas cosas y otras, para el mismo ejemplo que desarrolla Cabanach, unos 500 euros adicionales.

Si Cabanach llegó a la conclusión que en su ejemplo ese autónomo se quedaría con unos 930 euros mensuales netos, en el mío esa cantidad se reduce a los 430 euros. Otros ejemplos de autónomos donde sí sería necesario el alquiler de un local, podríamos decir que sus ingresos netos para ese ejemplo estarían en cero o en negativo. Y siempre suponiendo que no se ponga enfermo, y que los medios le paguen esa cantidad de dinero.

Por supuesto tiene razón en que no recibe cheques-comida con los que muchas empresas pagarían a un profesional de similares características que nuestro ejemplo. Tampoco se puede permitir un plan de pensiones privado, o un seguro médico al margen del público.

Los 2000 euros brutos que factura, en un caso más “real”, deben ser ampliados al menos en otros mil. Personalmente no conozco a casi ningún autónomo que facture esa cantidad de media mensual, así que en los bajos ingresos y la alta fiscalidad podremos encontrar elementos fundamentales que ayudan a entender por qué tenemos unas tasas de economía sumergida tan elevadas.

 

Archivado en Clase media, Economía, Fiscalidad, Laboral · Tagged with autónomo, clase media, PYME, pymes, recesión, seguridad social